Esta es una de esas recetas para cuando tienes esos antojitos y quieres un poquito de grasa para tu cuerpo, pero como dice el dicho, barriga llena corazón contento, se trata de unas papas fritas con crema de queso cheddar fundido, una rica comida de bajo presupuesto.
Seguramente todos los ingredientes los tienes en la alacena de tu cocina, por lo que no hay pretextos para darse este gustito.
A más de las papas vamos a usar un poco de tocino y preparar una crema bechamel, a la cual le vamos a añadir queso cheddar para acompañar nuestras papas, sin largarnos más te invitamos a preparar está receta.
Ingredientes
- 3 libras de papas grandes
- 5 lonjas de tocino
- Aceite
- Sal, pimienta y paprika al gusto
Para la bechamel
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 1 taza de leche
- 1 taza de queso cheddar rallado
- Sal y ajo en polvo al gusto
Preparación
- Lavamos, pelamos y cortamos las papas en forma de bastones o tiras del tamaño de nuestra preferencia, las freímos en una sartén con abundante aceite hasta que se doren, las retiramos y le agregamos sal, pimienta y paprika al gusto.
- Cortamos el tocino en cuadrados y en una sartén con un chorrito de aceite los freímos revolviendo para que no se nos quemen, retiramos y los ponemos sobre papel absorbente.
- Hacemos la bechamel, en una olla derretimos la mantequilla y ponemos la leche, mientras tanto en un poco de leche diluimos la harina, cuando esté empezando a hervir la leche con la mantequilla, agregamos la harina diluida, vamos revolviendo para que no se nos haga grumos.
- Una vez que haya espesado la crema bechamel agregamos el queso cheddar rallado, sal y un poco de ajo en polvo y lo vamos mezclando hasta que se funda.
- Servimos las papas con la salsa de queso encima y el esparcimos el tocino.
Acompañamientos
Esta receta la podemos acompañar con una diversa variedad de ingredientes como huevos fritos, salchichas, una ensalada y lo que tu imaginación te lo permita.
¿Sabías qué?
El queso cheddar es llamado así por una villa Cheddar en Inglaterra en donde vio la luz por primera vez. Su color se debe a que a inicios las vacas comían un césped que tenía una gran cantidad de betacaroteno, lo que daba un color amarillo a la leche, en la actualidad se usa ingredientes como caléndula o azafrán.