El día de hoy traemos para ustedes una receta muy tradicional y típica de Ecuador especialmente de Ambato, el rico caldo de 31. Este es un plato muy nutritivo e ideal para el día después de la celebración de año nuevo, conocido también como, “caldo de vida o levanta muertos”.
Esta comida cuenta con un origen muy antiguo, cuando los dueños de hacienda cada 31 de diciembre o fin de mes, faenaban las reses para tener la suficiente carne y a los trabajadores les daban las vísceras, quienes las aprovechaban para preparar el plato que en ese tiempo era llamado “caldo de vísceras” dando así nacimiento al famoso caldo de 31, veamos su preparación.
Ingredientes
- 1 libra de corazón
- 1 libra de tripas de res
- 1 libra de panza de res
- 6 pepas de ajo partidas por la mitad
- 2 cebollas blancas largas partidas en 3 pedazos
- 1 cebolla blanca larga finamente picada
- 1 cebolla roja partida en 4 partes
- 3 ramas de cilantro picado
- 3 ramas de perejil picado
- Sal, pimienta y comino al gusto
Preparación
- Para comenzar debemos limpiar y lavar muy bien las vísceras (corazón, tripas y panza).
- luego las ponemos a cocinar en una cacerola con suficiente agua, le agregamos sal, comino y pimienta al gusto y los pedazos de cebolla roja y blanca, el ajo y dejamos cocinar por unas 2 horas, de ser necesario le vamos aumentamos más agua.
- Cuando las vísceras ya estén bien cocinadas la retiramos y las cortamos en porciones medianas, y las reservamos.
- Seguido de esto, cernimos el caldo y ratificamos el sabor. Para servir ponemos los trozos de las vísceras en un plato hondo y luego el caldo, esparcimos la cebolla, el perejil y el cilantro por encima. Y nos podemos servir.
Acompañamientos
Es esta receta le puedes poner unas tapas de limón que les queda muy bien y también puede ir acompañado de una porción de tostado, chulpi o mote y para beber cualquier jugo es ideal o una cerveza y por su puesto no puede faltar un buen ají criollo o de maní.
¿Sabías que?
Este plano tiene por nombre caldo de 31, debido a que los obreros, que trabajaban en las haciendas hace más de cuarenta años, crearon la tradición de comer este plato cada final de mes, volviéndose tan famoso, que en la actualidad es un plato degustado por toda la población ecuatoriana, siendo así, una de las comidas con más tradición dentro de esta región.